Crear recursos educativos atractivos
Hacer videos, imágenes o audios sencillos
Crear materiales visuales que expliquen los temas de forma simple.
Usar ejemplos cotidianos para que cualquiera los entienda.
Mantener los recursos cortos y directos, sin tecnicismos innecesarios.
Que el contenido se entienda fácil para todos
Usar un lenguaje claro, sin palabras complicadas.
Adaptar el contenido a personas con distintos niveles de conocimiento.
Evitar sobrecargar la pantalla con mucha información a la vez.
Usar subtítulos y explicaciones claras
Agregar subtítulos a los videos para mayor accesibilidad.
Incluir textos que expliquen paso a paso lo más importante.
Repetir conceptos clave para reforzar el aprendizaje.
